Me gustaría presentarme con mis 3 “te quiero” atragantados,
el deseo que pedí en mi último cumpleaños
y el rincón de Chapadmalal que tiene de nombre y apellido mi amor propio.
No me interesa hablarte sobre mi edad, colegio o que quiero ser cuando sea grande.
¿Por qué la edad se mide en años?
El tiempo no es sinónimo de realmente haber vivido.
Prefiero hablarte sobre las cartas que escribí y nunca llegaron a su destino,
las noches bailando con mis amigas que se volvieron días
o esa vez que por 12 días no usé el celular para probarme un par de cosas a mi misma.
Tengo guardados 11 abrazos que me hicieron sentir más que cualquier palabra.
5 canciones que me ponen la piel de gallina cada vez que las escucho
y una saga de libros a la cual suelo escaparme cuando necesito un recreo de la realidad.
Me encuentro en una guerra constante entre lo que pienso y lo que siento.
Según mis amigas, se debe a mi sol en Virgo y luna en Cáncer.
Me gustaría presentarme con lo que soy y no lo que tengo.
Con mi presente, sin mis ataduras del pasado ni expectativas del futuro.
Con mi pelo rojo, y como me costó aprender a quererlo,
de la mano de las incontables pecas de mi cara.
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Me gustaría presentarme con mis 3 “te quiero” atragantados,
el deseo que pedí en mi último cumpleaños
y el rincón de Chapadmalal que tiene de nombre y apellido mi amor propio.
No me interesa hablarte sobre mi edad, colegio o que quiero ser cuando sea grande.
¿Por qué la edad se mide en años?
El tiempo no es sinónimo de realmente haber vivido.
Prefiero hablarte sobre las cartas que escribí y nunca llegaron a su destino,
las noches bailando con mis amigas que se volvieron días
o esa vez que por 12 días no usé el celular para probarme un par de cosas a mi misma.
Tengo guardados 11 abrazos que me hicieron sentir más que cualquier palabra.
5 canciones que me ponen la piel de gallina cada vez que las escucho
y una saga de libros a la cual suelo escaparme cuando necesito un recreo de la realidad.
Me encuentro en una guerra constante entre lo que pienso y lo que siento.
Según mis amigas, se debe a mi sol en Virgo y luna en Cáncer.
Me gustaría presentarme con lo que soy y no lo que tengo.
Con mi presente, sin mis ataduras del pasado ni expectativas del futuro.
Con mi pelo rojo, y como me costó aprender a quererlo,
de la mano de las incontables pecas de mi cara.